La receta de hoy es uno de mis platos preferidos : tarte flambée alsacienne o flammenkueche. La probé por primera vez en un viaje que hicimos a Alsacia, región del este de Francia en la frontera con Alemania y Suiza. Es una de las numerosas especialidades de esta hermosa región, y contrariamente a lo que podríamos suponer por su nombre, esta especie de pizza de flambeado nada, se la llama así porque se cocina si es posible a la llama en hornos de leña. Esta es mi versión de la tarte flambée, aunque el resultado final no difiere mucho de la original.
Tiempo de preparación: 40 minutos
INGREDIENTES
- 1 masa para pizza
- 100 gr de nata espesa ( crema)
- 100 gr de queso batido semidesnatado ( queso crema)
- 120 gr de bacon ( panceta ahumada)
- 2 cebollas pequeñas
- 100 gr de queso gruyere rallado
PREPARACIÓN
En una sartén con un chorrito de aceite doramos las tiritas de bacon ( panceta ahumada)
Mientras, troceamos las cebollas con el corte emincé.
Cuando el bacon esté dorado, lo colocamos en un plato y en la misma sartén rehogamos las cebollas, es decir hasta que nos queden transparentes pero sin tomar color.
Entretanto en un bol mezclamos la nata (crema de leche) con el queso y una cucharada de harina fina de maíz ( maizena). Agregamos también sal y pimienta a gusto.
Ahora que ya tenemos listos los ingredientes, colocamos la hoja o bollo de pizza sobre un papel de hornear y lo estiramos hacia todos los lados lo más fino que podamos sin que se rompa.
Colocamos sobre la parrilla del horno y extendemos la mezcla de queso y crema en forma pareja hasta casi los bordes.
Luego esparcimos las tiras de bacon y cebolla sobre la crema.
Hasta aquí tenemos lista la tarte flambée original, aunque en la mayoría de los restaurantes te ofrecen ingredientes adicionales, el más común es el gruyere rallado. Acostumbrada a las pizzas, me parece más completa si no le hacemos faltar un poco de queso.
Luego llevamos al horno precalentado a 200º y la ponemos muy cerca del piso unos minutos hasta que se empiecen a dorar los bordes y comprobemos que la base ya está casi cocida. Luego subimos a la parte superior del horno y la dejamos hasta que doren las cebollas y el bacon. Los bordes en las originales quedan casi quemados, si se nos pasa un poco nos acercaremos a la original!
La retiramos del horno y las acomodamos sin el papel en una tabla de madera.
Esta pizza acompaña muy bien un vino blanco muy fresco, mejor si es un gewurztraminer y si no lo consigues un riesling. Hoy San Valentín usaremos las copitas alsacianas de tallo verde.
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¡Salu2 y hasta la próxima!